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¿Por qué algunos Líderes tienen SUERTE y otros no?

  • Writer: Carlos Vélez
    Carlos Vélez
  • Jul 12, 2021
  • 4 min read

Updated: Mar 15

12 julio, 2021



¿Se ha sentido que se ha estado preparando para algo toda la vida?

Crecer es un ejercicio que nunca ocurre con el objetivo de manejar simplemente lo que está delante de nuestros ojos. El crecimiento siempre tiene que ver con lo que ocurrirá más adelante. Si pensamos por solo un momento que el dolor, sufrimiento y lucha de nuestros días es solo para manejar esos días, estamos perdiendo una clase magistral en confrontar el dolor, sufrimiento y luchas por venir. El hoy no nos prepara para hoy; para eso estuvo el ayer. El hoy nos prepara para el mañana, y entenderlo nos da el valor de levantarnos mañana, sabiendo que, porque hoy ocurrió, mañana será mejor.

Hablo con líderes de todos los continentes, y una cosa que muchos tienen en común es pensar que las situaciones de hoy requieren un nivel de ingeniosidad nunca antes manejado en la historia. Usted y yo no somos los primeros en enfrentar estos conflictos, y tampoco seremos los últimos. Tener una perspectiva realista de la vida y los retos que ella trae nos ayudará como líderes a manejar lo que muchos llaman suerte.

Para muchos, la suerte no existe. Jean Cocteau decía: “Tenemos que creer en la suerte. ¿Cómo más podemos explicar el éxito de aquellos que nos caen mal?”. Ciertamente, lo que de lejos es descrito como suerte, de cerca es una fórmula muy sencilla que nos ayudará a valorar el hoy y a recibir el mañana con expectativa. Conocer los componentes de esta fórmula nos dará una perspectiva correcta de cómo tener un plan de crecimiento y aprovechar cada oportunidad para maximizar nuestro aprendizaje y crecimiento. La fórmula de la suerte es:

Suerte = Preparación + Oportunidad

Lo que todos llaman suerte es simplemente la unión de la preparación o el crecimiento personal con las oportunidades que aparecen constantemente. El Dr. Andrés Panasiuk, un excelente amigo y mentor de muchos años, en su libro Los Siete Secretos del Éxito, establece: “El éxito instantáneo toma entre 15 a 20 años en alcanzarse”. La razón para esto es que, hasta que no haya un encuentro entre la oportunidad y la preparación, no hay eso que tantos llaman suerte, que no es otra cosa que el éxito.


El reto con la palabra “suerte” es que nos hace creer que es un proceso de selección discriminada que le ocurre a unos y a otros no. La realidad es que, en el liderazgo, como en toda área de nuestra vida, lo que muchos llaman equivocadamente suerte es verdaderamente el resultado de mantener una actitud abierta e intencionalidad al aprendizaje y crecimiento, combinado con una actitud abierta para observar, descubrir y seleccionar las oportunidades en medio de las crisis. Es por esto que siempre hemos dicho que el verdadero líder siempre emerge en la crisis.

El primer componente de esa “suerte” es la preparación, y quisiera compartirle tres preguntas para que pueda evaluarse en esa área:

  • ¿En qué está enfocado en su vida? (¿Qué está leyendo y con quién se está relacionando?)

  • ¿Quién le está acompañando en su crecimiento? (mentor, coach, etc.)

  • ¿En qué consiste su plan de crecimiento? (¿Cuál es el grado de intencionalidad de su crecimiento?)

Las respuestas a estas preguntas le darán un diagnóstico sobre cómo se está preparando para la oportunidad que ha de llegar. Porque esa “suerte” es la unión de preparación más oportunidad; pero una oportunidad sin preparación se convierte en remordimiento.


El segundo componente de esa “suerte” es la oportunidad. Las oportunidades nunca se pierden; solo van a manos de aquellos que están preparados para asumirlas. Su nivel de compromiso consigo mismo y con la visión que tiene en sus manos es lo que le motivará a prepararse para poder ver, tomar y completar las oportunidades que lleguen a su camino. De la misma manera que esa “suerte” es la suma de oportunidad más preparación, esa preparación sin tomar la oportunidad se convierte en simple y desperdiciado conocimiento.

Llegar al éxito en el liderazgo conlleva tener la visión suficientemente afuera como para ver las oportunidades y lo suficientemente adentro como para observar dónde debemos crecer. Lo bueno de este proceso es que no tenemos que realizarlo solos. Todos necesitamos mentores, coaches, maestros, padres, otros líderes y personas sabias que nos ayuden a ver dónde podemos encontrar áreas para prepararnos y que nos ayuden a abrir los ojos a las oportunidades que llegan a nuestra vida.


Han sido más de una ocasión que he tenido que rechazar una oportunidad, ya que esta me ha mostrado cuánto más tengo que prepararme. Una tentación común que observé en mis primeros años de liderazgo fue pensar que las primeras oportunidades eran para mí y debía tomarlas. Saber escoger la oportunidad requiere preparación, y observar las oportunidades y analizarlas nos da la perspectiva de cuánto más debemos prepararnos. Entonces, la “suerte” no es tan “suerte” si nos sabemos preparar y sabiamente seleccionamos las oportunidades que son verdaderamente para nosotros. Unos la tienen y otros no, porque algunos están dispuestos a pagar el precio antes de que llegue, y otros no saben que, cuando llegue, será muy tarde para prepararse.

Escríbame en la sección de comentarios cómo se está preparando para las oportunidades que han de venir y cómo podemos ayudarle a prepararse e identificar esas oportunidades. Si desea información sobre nuestro servicio de coaching, escríbanos a info@oikosusa.org

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