El liderazgo que funciona
- Carlos Vélez
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Por Dr. Carlos A. Vélez
01 de Septiembre, 2025

En un mundo donde abundan los títulos, las posiciones de poder y los discursos sobre liderazgo, surge una pregunta fundamental: ¿qué es lo que realmente hace que un liderazgo funcione? No se trata únicamente de dirigir personas, ni de imponer autoridad; el liderazgo auténtico se mide por su capacidad de transformar vidas, inspirar cambios y construir un legado perdurable.
El liderazgo que funciona es aquel que une principios sólidos con acción coherente, que combina visión con carácter, y que se sostiene en la verdad antes que en la popularidad.
1. Liderar desde el carácter
La Biblia nos recuerda: “El justo que camina en su integridad; ¡dichosos serán sus hijos después de él!” (Proverbios 20:7). La integridad es el cimiento de todo liderazgo que funciona. Un líder puede tener talento, carisma y habilidades estratégicas, pero si carece de carácter, su influencia se desmoronará tarde o temprano.
John C. Maxwell, considerado una de las mayores autoridades en liderazgo, afirma: “El liderazgo es influencia, nada más y nada menos.” Esa influencia no proviene de un cargo, sino de la confianza que otros depositan en quien lidera. Y la confianza se edifica en el terreno firme de la integridad.
Un liderazgo que funciona no se centra únicamente en “hacer”, sino en “ser”. Ser transparente, ser confiable, ser un ejemplo.
2. Liderar con visión
La visión es la brújula que guía a un líder. Sin ella, el rumbo se pierde y el esfuerzo se dispersa. El profeta Habacuc escribió: “Escribe la visión y declárala en tablas, para que corra el que leyere en ella” (Habacuc 2:2). La visión no solo debe estar clara en la mente del líder, sino también comunicada de manera que inspire a otros a correr hacia ella.
Warren Bennis, pionero en los estudios modernos de liderazgo, decía: “El liderazgo es la capacidad de transformar la visión en realidad.” Un líder efectivo no solo sueña; actúa, moviliza y contagia entusiasmo para que otros participen de ese sueño.
Un liderazgo que funciona no se queda en planes escritos, sino que moviliza a las personas hacia un futuro compartido.
3. Liderar sirviendo
Jesús lo expresó con claridad a sus discípulos: “El que quiera hacerse grande entre vosotros será vuestro servidor” (Mateo 20:26). Aquí se encuentra la paradoja del liderazgo que funciona: el verdadero líder no se coloca por encima, sino que se pone al servicio de los demás.
Robert K. Greenleaf, fundador del concepto de “liderazgo servicial”, explicó: “El líder-servicio comienza con el sentimiento natural de querer servir. Luego, una elección consciente lleva a uno a aspirar a liderar.”
El liderazgo que funciona no es el que busca beneficio personal, sino el que procura el bien de los que están bajo su guía. Cuando un líder sirve, genera lealtad, compromiso y respeto genuino.
4. Liderar en medio de la adversidad
El verdadero liderazgo no se demuestra en los tiempos fáciles, sino en los momentos de crisis. Nehemías, al reconstruir los muros de Jerusalén, enfrentó oposición, críticas y amenazas, pero respondió con determinación: “Estoy haciendo una gran obra y no puedo ir” (Nehemías 6:3).
James Kouzes y Barry Posner, en su obra “The Leadership Challenge”, destacan que “los líderes inspiran una visión compartida y capacitan a otros para actuar, especialmente cuando las circunstancias son difíciles.”
Un liderazgo que funciona es resiliente. No huye de los problemas, los enfrenta con fe, sabiduría y coraje, convirtiendo la adversidad en una plataforma para el crecimiento.
5. Liderar para crear legado
El liderazgo no se trata de cuánto poder se acumula, sino de qué huella se deja. El apóstol Pablo pudo decir a Timoteo: “He peleado la buena batalla, he acabado la carrera, he guardado la fe” (2 Timoteo 4:7). Su vida fue un legado de fidelidad y entrega que impactó a generaciones.
Peter Drucker, considerado el padre de la administración moderna, escribió: “La única definición de un líder es alguien que tiene seguidores. Para obtener seguidores, se requiere influencia, no autoridad.”
El liderazgo que funciona mira más allá del presente. Piensa en las generaciones futuras, en los valores que permanecerán, en las vidas que serán transformadas incluso cuando el líder ya no esté.
El liderazgo que funciona no es un conjunto de técnicas pasajeras ni un manual de estrategias rápidas. Es una vida guiada por principios eternos, donde el carácter sostiene la influencia, la visión inspira acción, el servicio transforma relaciones, la resiliencia fortalece en la crisis y el legado asegura impacto duradero.
El mundo necesita líderes que no solo dirijan, sino que inspiren; que no solo hablen, sino que vivan lo que predican. Líderes que puedan decir como Jesús: “Yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia” (Juan 10:10). Ese es, en definitiva, el liderazgo que funciona y el que te ayudará a terminar bien.