6 abril, 2022

Recientemente, conversando con un empresario que maneja la industria de la minería me compartió, “la razón de nuestro negocio es ayudar a las compañías mineras a encontrar el oro, pero no tienes idea de cuanta tierra hay que sacar para encontrarlo”. Ciertamente encontrar personas con las cualidades que deben tener los miembros de un equipo exitoso no son fáciles de hallar. Hay que “sacar mucha tierra” para encontrar ese “oro” en aquellos que te acompañarán es este viaje de alcanzar la visión para tu organización.
Uno de los retos más contundentes que he visto en el desarrollo de mis equipos de trabajo es la mucha gente que se emociona con la visión, pero no con el precio para alcanzarla. El costo cumple dos propósitos; establece el valor de la visión y filtra a aquellos que pueden alcanzarla separándolos de los que no. Quisiéramos pensar que todos pueden ser parte de un equipo exitoso, pero son más los factores internos que externos que califican a una persona para pertenecer a un grupo que cruzará la meta final.
He descubierto que para ser parte de un equipo exitoso los miembros deben poseer varias capacidades, y todas estas deben estar presentes. Algunas pueden ser desarrolladas en el camino, pero la mayoría de ellas deben ser poseídas antes de comenzar el trayecto. Estas son:
Los miembros de un equipo efectivo son leales.
No hay forma de desarrollar un equipo exitoso si sus miembros no conocen la lealtad a ellos mismos, el líder y la visión de la organización. La lealtad es el carácter que será probado en los tiempos difíciles para poder continuar adelante.
Los miembros de un equipo efectivo tienen un norte claro.
El saber y conocer hacia donde nos dirigimos y poder regresar a esa dirección consecuentemente es una habilidad necesaria en estos procesos. El desviarse, tratar de bajar los estándares o minimizar los esfuerzos es garantía de que se puede llegar a cualquier lugar menos al lugar donde debemos ir. En mi carácter personal mi norte es la Palabra de Dios. ¿Cuál es el tuyo?
Los miembros de un equipo efectivo tienen una perspectiva ética.
Hacer lo correcto, en el momento correcto y de la manera correcta parece ser sencillo y hasta lógico, pero no lo es. Una vida descontrolada traerá comportamientos, palabras, pensamientos y acciones descontroladas. Es necesario tener un compromiso con lo que se tiene que hacer por encima de lo que se desea hacer.
Los miembros de un equipo efectivo son generosos.
“Donde esté tu tesoro ahí estará tu corazón” (Mateo 6:21). La razón por la que este principio bíblico es sumamente necesario no es por recolectar más dinero o extraer más tiempo. Como líder tu no deseas estar rodeado de gente que desea servir contigo, pero su corazón no está en la visión, la organización ni tu liderazgo. La generosidad de tiempo, talento, tesoro y testimonio hace posible que los corazones de los miembros del equipo estén absolutamente entregados a la tarea y al propósito.
Los miembros de un equipo efectivo son dignos de confianza.
La confianza es el pegamento de cualquier equipo. Nadie tomará riesgos, desarrollará su creatividad, abundará en su generosidad ni dará la milla extra en un ambiente donde no permea la confianza. Cuando estos cuatro elementos no están presentes, la mediocridad reinará señora sobre el liderazgo, la visión y la organización.
Los miembros de un equipo efectivo evalúan los éxitos o fracasos basados en la visión y misión de la organización.
Los sentimientos son importantes, las percepciones también, pero a la hora de evaluar resultados son la visión y misión de la organización las que determinan el avance, estancamiento o declive de los procesos. Si cada situación es medida con una vara distinta, jamás sabremos cuan cerca o lejos estamos de alcanzar las metas. Nuestras percepciones y preferencias deben estar supeditadas a la realidad de la misión y visión de la organización.
Los miembros de un equipo efectivo son los más trabajadores.
Uno de los secretos más importantes del liderazgo es que la gente no hace lo que escucha sino lo que ve. El ejemplo debe comenzar por el liderazgo y es compromisos de aquellos que deben ser parte del equipo el demostrar con su esfuerzo y dedicación la seriedad y entrega a que la visión sea alcanzada.
Los miembros de un equipo efectivo son los que tienen el carácter más íntegro.
La integridad es el factor indispensable de la verdadera victoria de un equipo. En mi libro TERMINA BIEN establezco, “la integridad no cuenta para poco, ni para mucho, sino para todo”. El hacer lo que se tienen que hacer, cuando se tiene que hacer, como se tiene que hacer sin importar las consecuencias es lo que hace que la visión sea verdaderamente alcanzada y no simplemente deseada.
Los miembros de un equipo efectivo son líderes de líderes.
Si los miembros de ese equipo no están dispuestos a invertir y añadir valor a la vida de otros el tiempo está perdido. Un verdadero equipo exitoso no tiene seguidores, desarrolla líderes. Lideres nuevos que les den continuidad y desarrollo a los procesos comenzados y lleven a la organización a el próximo nivel más allá de la visión original.
Los miembros de un equipo efectivo son personas que se han ganado la autoridad de decirle a su líder “NO”.
Cuando los miembros de ese equipo poseen estas cualidades se han ganado la autoridad a poder decirle al líder cuando su propuesta no es la adecuada. En un mundo donde reina tanto liderazgo inmaduro y pequeño, el desarrollar un grupo de personas que caminen contigo a tal punto que puedan evaluar las circunstancias y más que satisfacerle busquen alcanzar la visión, es un grupo de personas que debe ser guardado y valorado otorgándoles la autoridad de ser partícipes de la toma decisiones y la corrección de los procesos. Solo lideres maduros se atreven a buscar personas con perspectivas diferencias que, aunque difieran, sus distintas perspectivas enriquezcan la visión y la cumplan. Cuando alcanzar la visión es más importante que engrandecer el ego del líder, estaremos presenciando un verdadero equipo exitoso.
El gran jugador de soccer Pelé decía: “Ningún individuo puede ganar un partido por sí mismo.” Creo fielmente que una visión que no requiera el poder sobrenatural de Dios y un equipo exitoso no es digna de ser alcanzada. Aprende a escoger a tu equipo y aprender a ser un miembro exitoso de uno. Recuerda, ninguno de nosotros es tan listo como todos nosotros. ¡Es hora de encontrar el oro!
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