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  • Writer's pictureCarlos Vélez

Buscando un Mentor

Updated: Sep 26, 2023

2 noviembre, 2020



Crecer es la única garantía de que mañana será mejor. Cuando dejamos de crecer dejamos de liderar. En orden de que ese crecimiento sea consistente deberemos establecer disciplinas que nos lleven a la maximización de ese crecimiento. Los libros que leemos, las conferencias y enseñanzas que escuchamos, los podcasts que nos subscribimos son parte de ese proceso, pero nada le ayudará en su proceso de desarrollo más que un mentor.

En la vida, lo valioso no solo es lo que aprendemos, sino también de quien aprendemos. A quien le presta su oído es una idea que debemos considerar seriamente. Sebastián Cardozo señala “el mentor comparte todo lo que sabe sobre un determinado tema y trata de enseñarle a su aprendiz para que él mismo pueda poner a prueba este aprendizaje con el mayor éxito posible”. Ciertamente en esa relación única de mentoría hay una inversión de tiempo, talento y recursos en la vida de una persona que debe llegar al éxito, pero ¿cómo identificar un buen mentor? ¿Cómo escogerlo? ¿Cuáles son los atributos que esa persona debe poseer? Existen siete preguntas que debe realizar antes de escoger a quien abrirá su corazón y su mente. Estas son:

  1. La Pregunta de la Experiencia: ¿Ha sido exitoso?

Es importante establecer que la vida de un mentor debe ser una persona que de alguna manera le motive a emularle como una meta en su vida. Si usted no desea parcial o totalmente imitar a esta persona no le será de uso que sea su mentor. El éxito no reside necesariamente en la cantidad de dinero, posesiones o pertenencias que tenga esa persona, es la capacidad de adquirir, aplicar y compartir sabiduría en su vida y para la vida de otros. Las palabras del mentor deben ser simplemente una expresión auditiva de una experiencia visual. En otras palabras, para el momento de que el mentor le dice algo, ya usted lo tiene que haber notado en la vida de esa persona.

  • La Pregunta de la Relevancia: ¿Es exitoso hoy?

Aunque la experiencia es una herramienta invaluable en la vida de un mentor, es su capacidad para permanecer en ese lugar hasta el día de hoy lo que le hace aún más valioso. En ocasiones, la consecuente referencia al pasado es la evidencia que la irrelevancia se ha apoderado de esa persona. Si usted habla con un vendedor que su mejor momento fue en los 1980’s y todas sus referencias son de ese momento, entonces usted no tiene de mentor un vendedor sino un director de museo. El quedarse atrapado en el tiempo es evidencia de que la persona no vive por principios ya que los principios aplican en todo momento, todo lugar, toda cultura y toda circunstancia.

  • La Pregunta de la Sabiduría: ¿Ha sido probado y ha salido victorioso del proceso?

Mi primer pastor me compartió en una ocasión: “Nunca confíes en una persona que no haya pasado por el desierto de la vida”. Es un consejo que atesoro profundamente. Solo los que han pasado por ese “desierto” y han sobrevivido conocen el verdadero sentido de la vida. El aprender las lecciones en esos momentos de dolor y levantarse luego de ello son las lecciones que usted desea adquirir para su vida en todos los niveles.

  • La Pregunta del Proceso: ¿Está constantemente creciendo?

Un verdadero mentor tiene un plan de crecimiento para su propia vida ya que sabe que su mayor ganancia es poder invertir su vida en otros. Cuando el crecimiento es parte del estilo de vida de una persona, no solo aprenderá de lo que esa persona ha aprendido, sino de lo que está aprendiendo y lo que le falta de aprender. Su hambre se convierte en la suya y sus deseos de crecer acrecientan los suyos. Los libros que devoran, las frases que escriben, los pensamientos que meditan y las soluciones que practican son las semillas del hoy que enriquecerán su mañana.

  • La Pregunta de la Perspectiva: ¿Es emocionalmente sólido?

“El hombre de doble ánimo es inconstante en todos sus caminos” establece el Apóstol Santiago en su carta (1:8). La solidez emocional es la capacidad de darle prioridad a las disciplinas y comportamientos necesarios para el éxito por encima de las emociones personales. Es esa sujeción de nuestras emociones lo que hace que vivamos por principios y no por situaciones. Un mentor emocionalmente sólido produce seguridad en lo que dice, hace, demanda y exhorta creando esos mismos comportamientos en su aprendiz. Curiosamente la “solidez” emocional es la capacidad de manejar sus emociones sin permitir que ellas le manejen al mentor o a usted.

  • La Pregunta del Compromiso: ¿Me apoyaría?

Ver la disponibilidad, el aprecio, el compromiso y el deseo del mentor a invertir en su vida es el verdadero apoyo. Eso debe estar acompañado del compromiso del aprendiz a prepararse a esos encuentros con su mentor. Recuerde, el trabajo del mentor es responder a las cargas de su vida, pero no llevárselas. El mayor espectáculo es un hombre esforzado luchando contra la adversidad; pero hay otro aún más grande: ver a otro hombre lanzarse en su ayuda. Es por eso por lo que creo que ser mentor es una tarea que tiene principio, pero no tiene fin.

  • La Pregunta del Espíritu: ¿Posee una grandeza mayor que la de sus resultados?

Hay hombres que son grandes por lo que hacen, pero hay otros que sus grandes obras solo son una fracción de lo inmensos que son. Lo que hay en el corazón y el espíritu de ese mentor determinara lo que recibirás de él o ella. “Casi siempre la responsabilidad confiere grandeza al hombre” dice Stefan Zweig. Para mí, la grandeza de un hombre consiste en saber reconocer su propia pequeñez. He aprendido que si deseo impresionar a alguien le debo hablar de mis logros, pero su deseo conectarme con esa persona, hablar de mis fracasos. Los mentores atraen aprendices por sus logros, pero los hacen crecer al compartir sus fracasos y las lecciones de estos, es la respuesta.

Durante toda mi vida he tenido el privilegio de tener grandes mentores. Cada uno de ellos con una personalidad distinta, profesiones distintas y áreas de manejo distintas. Algo ha sido constante, su modelaje y ejemplo de lo que enseñan no solo ayer, no solo hoy, sino consistentemente durante toda su vida. Conseguir un mentor no es una tarea fácil, en ocasiones tomará mas tiempo del que desea, pero créame es una distancia más corta al éxito que tratarlo de hacer solo por usted mismo.

Mientras escribo estas lineas pienso en mis mentore actuales y como enriquecen mi vida: El Dr. Abel Ledezma, Dr. Bruce Witt, Rev. Nino González, Dr. Andrés Panasiuk, Revda. Elizabeth Guidini y el Dr. Mike Breen. Constantemente invierten en mi vida y la hacen mucho mejor. La mejor descripción de la influencia de un mentor en mi vida está en Isaías 25:4 cuando señala “Porque tú has sido baluarte para el desvalido, baluarte para el necesitado en su angustia, refugio contra la tormenta, sombra contra el calor”.

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