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No hay Año Nuevo Sin una Mente Nueva

Writer's picture: Carlos VélezCarlos Vélez

Updated: May 15, 2023

5 enero, 2021



“Pues como piensa dentro de sí, así es” Proverbios 23:7 (LBLA).

Comenzamos este nuevo año con muchas sueños y expectativas. Luego de comenzar a manejar una pandemia global y los problemas políticos y financieros que estos sucesos revelan, el mundo entero está listo para comenzar de nuevo. Muchas personas estaban esperanzadas en que cuando el reloj dió la media noche del 31 de diciembre todo sería diferente. Nada más lejos de la verdad. A las 12:01 am del 1ero de enero teníamos las mismas situaciones, los mismos desafíos y las mismas responsabilidades. Entonces, ¿cómo podemos tener un año nuevo si tenemos las mismas circunstancias y desasosiegos?

Este año será tan nuevo como su manera de pensar. El liderazgo es una actividad que se ejercita mayormente en las crisis. Pues es allí donde tenemos la maravillosa oportunidad de mostrar nuevos modelos de pensamiento y de desarrollo para lo que se nos ha encomendado. Mucho más, son esas crisis las que nos permiten descubrir nuestro verdadero carácter e identificar maneras de como crecer y madurar en él. Usted y yo no solucionaremos los retos de hoy con el pensamiento y los paradigmas que nos permitieron caer en ellos. Un cambio de mentalidad es urgente y necesario.

El Dr. Daniel G. Amen ha identificado filtros de pensamiento erróneos que no nos permiten adoptar nuevos métodos de pensamiento y abrazar el cambio de la manera que Dios desea que lo hagamos. MI experiencia manejando líderes a través del continente me ha permitido identificar los efectos devastadores de una mente que se rehúsa a cambiar. Algunos de estos filtros son:

  1. Todo o nada

Esta idea errónea de que debemos tenerlo todo o perderlo todo paraliza las posibilidades de creatividad, desarrollo y satisfacción. Un vocabulario absoluto como “siempre” y “nunca” son característicos de esto. En la vida a veces se gana y a veces se aprende. El pensar que lo tendremos todo o hemos perdido denota la ausencia de maduración y estabilidad en el líder.

  • Solo lo malo

Este filtro de pensamiento consistentemente acentúa los aspectos negativos bajo cualquier circunstancia, sean reales o no. Es una insistente motivación por encontrar la falta, el problema, el ruido, el desánimo en cualquier situación lo cual limita impresionantemente la capacidad de líder de equiparse y equipar a otros. El enfoque no está en el crecimiento personal o de otros sino en la búsqueda insaciable de justificaciones para señalar y explicar sin ninguna responsabilidad personal su situación de inmovilidad.

  • El martirio de culpabilidad

La culpa no es un motivador para nada que añada valor a otros o produzca crecimiento. Eso no solo lleva al líder a su autoderrota sino también a la eliminación de razones en otros para respetarle y seguirle. La culpabilidad es un método de pensamiento que paraliza y reduce al líder al pequeño espacio que su estima personal le permite tener. Frases como “yo podría hacer esto”, “debería realizar esto otro” pero sin un plan de acción son característicos de este tipo de pensamiento.

  • Las etiquetas

Las etiquetas son la consecuencia de la arrogancia del líder que ha decidido definir a otros o a si mismo sin conocer los verdaderos elementos y detalles que definen a la persona. Regularmente las etiquetas son valoraciones que otros hacen de la personas o justificaciones que explican fracasos o desaciertos del pasado. Muchos líderes olvidan que las etiquetas son como profecías en sus vidas y en la vida de otros, ya que nuestras palabras no solamente representan ideas, sino que nos definen y las personas tienden a vivir a la altura de lo que pensamos de ellos.

  • La mente del adivinador

Un adivinador es alguien que pretende definir el futuro desconocido proyectándole resultados negativos basado vagamente en una ausencia de la realidad. La Palabra de Dios tiene palabras severas para aquellos con este tipo de actividad (Levítico 20:6, Deuteronomio 18:9-14, Zacarias 10:2). Mucho peor es el líder que se caracteriza por prever el fracaso en el futuro sin conocer su presente y las posibilidades que el cambio puede traer. Frases como “voy a aplicar para esto, pero no me van a escoger”, “no vale la pena intentarlo porque va a fracasar como quiera”, “luego de que esa persona se fue, ninguna me volverá a amar” son típicas de este tipo de pensamiento que nubla la visión en ellos y en otros. No confundamos la experiencia con falta de fe e intolerancia al cambio. Una mente renovada requiere una apertura significativa a un cambio en resultados y expectativas.

  • El lector de mentes

Este tipo de ideología de pensamiento le hace creer al líder que conoce el 100% del pensamiento de otros o de ellos mismos. Esa monumental y falsa expectativa de creer conocerlo todo se convierte en el molde y limitación para su visión, pensamiento y hasta sus capacidades. Este tipo de análisis crea pensamientos que coartan la comunicación, establecer falsas probabilidades y distorsionan la realidad llevando al líder y a su equipo a alcanzar metas no relevantes o totalmente desasociadas con los objetivos originales del grupo u organización. Comentarios como “ellos nunca me van a respetar porque no tengo el mismo dinero”, “mis padres no están orgullosos de mi”, “ellos solo están conmigo porque nadie más les soporta las cosas que yo soporto” son características de este tipo de pensamiento.

  • La culpa la tienen los demás

Nada afecta más el liderazgo que la incapacidad de un líder de asumir responsabilidad. Cuando en nuestras explicaciones externas e internas otros siempre tienen la culpa o cargan con la responsabilidad de porque las cosas no suceden hay problemas serios de madurez y de definición de realidad. Pensamientos que nos llevan a culpar a otros por lo que nos ocurre nunca nos llevaran a la maduración y nivel donde alcanzaremos todo lo que nuestro potencial puede ofrecer. “No puedo hacerlo para esa fecha porque mi jefe no me dio la información suficiente”, “Como no me llamaron a tiempo ahora todo está arruinado” y frases como esta son representativas de este tipo de pensamiento infantil y de pobre liderazgo. Siempre que cambiemos la responsabilidad de nuestra a otros todo proceso de crecimiento y maduración desaparecerá.

El Apóstol Pablo explicando cómo podemos conocer la buena, perfecta y agradable voluntad de Dios nos ayuda a entender el poder que tiene el obtener una correcta manera de pensar. Pablo explica en Romanos 12:2-3 lo siguiente: “No vivan ya según los criterios del tiempo presente; al contrario, cambien su manera de pensar para que así cambie su manera de vivir y lleguen a conocer la voluntad de Dios, es decir, lo que es bueno, lo que le es grato, lo que es perfecto” (LBLA). El año nuevo jamás será mejor si no hay una decisión de ser mejores. Es nuestra manera de pensar la que nos estanca a pesar de que el tiempo continúa pasando y cambiando. Lo que ocurre afuera de nuestras vidas está directamente relacionado con lo que ocurre adentro en nuestras mentes y corazones. Recuerde lo único estable en su vida será el cambio. Puede aprovecharlo hoy para tener un maravilloso año nuevo o puede adoptarlo cuando no le quede otro remedio y vivir en un año viejo aun cuando sea nuevo.

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